domingo, 1 de septiembre de 2013

POESIA

Poesía enviada para su publicación por Teresa Santamaría, una vez mas os animo a hacerme llegar aquellas cosas que os interese publicar en este Blog.

La emigración

De un pueblo cerca de aquí
hace 32 años salí,
a tierras lejanas y muy extrañas,
donde los hombres con ojos azules
y de gran altura de otra manera miraban.

Como una enana me veia yo,
no sólo por mi altura
sino también por tanto dolor,
Dios en el cielo tu sabes
lo que todos estos años
mi corazón sufrió.

Despues de 33 años,
soy parte de la sociedad,
mi altura no ha cambiado,
pero sí mi mentalidad,
me siento libre y orgullosa,
de mis raices zamoranas
hacen de mí, lo que soy,
lo que he vivido,
los sueños que aún tengo,
los muchos amigos
que por mi camino
siempre han andado conmigo.

La justicia yo siempre he buscado,
amor que quería y no me han dado,
hasta que un día vi,
que el gran amor
no hay que buscarlo,
sino que lo tengo en mí
y sabiendo esto
sé luchar y vivir

Mis ideas y pensamientos
a veces viene con el viento,
cuando en mi camino
por los campos ardientos,
que deja el sol aquí alrededor,
su color dorado en mi mente
está grabado,desde que tenía
seis años y cuidaba las vacas
en el campo
los días que no tenía escuela,
estos días eran amados,
si podía salir y disfrutar del campo.

Una lucha larga ha sido mi vida,
la experiencia de la emigración,
ha sido más que dolor,
ha sido también amor
de personas cristianas
que sin conocerme
me han dado su amor
y dignidad para el alma,
en tierras lejanas y extrañas.

Yo busqué lo bueno
y tuve fuerza
para aguantar la injusticia
y encontrar otro camino
con mejores personas
y más delicias que hay en la vida,
si personas queridas
que aman la justicia
vienen a tu lado
te toman en el brazo
y riendose dicen:
“¡Quiero que vengas conmigo,
para que la injusticia
no sé cruce más en tu camino
y tú guades la fuerza
para hacer lo mismo!”

Estar en mi tierra
tanto me agrada,
volver a Fellbach
donde tengo casa,
allí y aquí
esto necesita mi alma
pues ella las dos tierras ama

Gracias, espero que entiendan
mis palabras.

Teresa Santamaría
Fellbach, 21.06.05


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