LA CARBALLEDA
Entre mis primeros recuerdos esta el viaje con mis padres a “La Carballeda”, este no tenía nada de espectacular pues no salíamos de nuestra propia comarca; pero si sumamos a lo inusual de hacerlo en un vehículo a motor, el hecho de que por exceso de viajeros tuvimos que encaramarnos a la “Baca”, la cosa cambia.
No era infrecuente esta manera de viajar, los “coches de línea” a veces atestados de gente, admitían viajeros en la plataforma superior normalmente destinada a equipajes, esto sucedía hace algo mas de cincuenta años; era el día de la feria de La Carballeda, la palabra romería no era muy oída por aquí entonces.
Vacas, burros, ovejas… productos hortícolas y demás géneros propios de gentes dedicadas al labrantío componían la estampa; todo el bullicio rodeaba el santuario que alberga la imagen de la Virgen de la Carballeda, propiedad de la Cofradía de los Falifos en Rionegro del Puente (Zamora), venerada por toda la comarca de los “carballos”.
Por encima de toda esta concentración humana, flotaban los vapores del pulpo servido por mujeres de negro que anudaban su pañuelo en la frente, por debajo en el suelo grandes montones de sandias que esperaban dar a su existencia un sentido práctico.
Hoy falta el labrantío, las sandias y casi hasta el pulpo, por no hablar de la veneración; y sobran autómatas dando vueltas a “tendilaches” que marean con sus “antifalantes” que asi los llama mi amigo Pacote.
Dios nos tenga de su mano.
LEOVIGILDO SANTAMARIA
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